Cada traductor o traductora tiene un nivel de experiencia, voz y estilo únicos y trabaja con distintas herramientas.
Es decir, no hay dos traductores que traduzcan igual y esta diversidad es necesaria. Un campo que cuenta con voces y perspectivas diversas será siempre más interesante, enriquecedor, valioso y resistente.
Un aspecto que me encanta de la traducción es que un texto puede traducirse de mil maneras distintas y seguir siendo correcto (es decir, adecuado a su objetivo). Cada traductor entenderá ese texto a su manera, lo filtrará a través de sus propias experiencias y luego expresará su interpretación con su propia voz.
(Créeme: llevo más de tres años corrigiendo los mismos textos en los cursos de los que soy tutora y a veces todavía me sorprenden las soluciones de mis alumnos).
Aunque esta diversidad es necesaria y hermosa, un traductor también tiene que ser adaptable. Debe comprender lo que quiere expresar su cliente y ser capaz de reproducir ese contenido lo más fielmente posible en la lengua de destino.
Eso sí, los traductores no somos máquinas, por lo que ese proceso de adaptación no es automático. Si quieres empezar a trabajar con un traductor autónomo, es importante darle toda la información que necesita para realizar un buen trabajo y cumplir con todos tus requisitos.
Entonces, ¿cómo podemos facilitar ese proceso de adaptación?
Comprender las limitaciones
Las agencias de traducción y los autónomos tienen fortalezas y puntos débiles diferentes. Puede que una agencia te haya decepcionado antes y quieras probar con un autónomo.
Te animo a ello, pero hay algunas cosas que deberías tener en cuenta:
- Un traductor tiene disponibilidad limitada. Solemos traducir unas 2000 palabras al día, pero claro, los autónomos también tenemos encajar proyectos de otros clientes.
- Un traductor solo trabaja con determinados pares de lenguas. Yo, por ejemplo, traduzco del español, inglés y estonio al español e inglés (y eso ya son más pares que la mayoría). Estoy más que dispuesta a recomendar a colegas para otras combinaciones lingüísticas, aunque puede que gestionar un gran proyecto multilingüe con 20 pares de idiomas diferentes se salga de mis capacidades.
- Hay miles de traductores autónomos, todos ellos con experiencia y formación distinta. Haz las comprobaciones debidas para asegurarte de que sus conocimientos y experiencia se ajustan a tus necesidades. Siempre puedes empezar poco a poco y ver cómo se desenvuelve un traductor con un trabajo pequeño antes de confiarle un proyecto grande. (Aunque este consejo también es aplicable a la hora de trabajar con agencias).
Si estas desventajas te parecen asumibles, sigue leyendo para saber cómo sacarle el máximo partido a tu colaboración con un traductor autónomo.
Instrucciones de traducción
En cualquier proyecto de traducción de envergadura o colaboración a largo plazo, es importante aportar datos completos y precisos. Así el traductor podrá evaluar si puede hacer el trabajo, en cuyo caso te preparará un presupuesto. Si no, muchos podrán recomendar a un colega.
¿Qué datos debes proporcionar?
Normalmente, tendrás que indicar:
- Tipo de servicio (solo traducción, traducción más revisión, corrección, etc.)
- Combinación de idiomas
- Tipo de texto
- Cuánto texto (número de palabras)
- Objetivo del texto
- Plazo
Esto es lo básico. Si puedes adjuntar el archivo, aún mejor. Yo misma no puedo dar un presupuesto exacto sin ver antes el documento.
Quizás puedas aportar más datos o recursos, como:
- Destinatarios
- Material de referencia
- Requisitos especiales de diseño o formato
- Guía de estilo
Esta información puede recopilarse por correo electrónico, en una entrevista o a través de un formulario (este es el que yo utilizo).
Por lo general, cuanta más información puedas dar al traductor, mejor, ya que estará en mejores condiciones de entregar un trabajo de calidad que se ajuste perfectamente a tus necesidades y preferencias.
Acuerdo de confidencialidad
Un paso importante al iniciar una colaboración con un traductor es firmar un acuerdo de confidencialidad. Esto es especialmente importante en la traducción jurídica, donde normalmente el traductor va a trabajar con documentos que contienen información confidencial o datos personales.
Los traductores profesionales ya son cuidadosos con los datos de sus clientes por defecto y, de hecho, esto forma parte del código deontológico de los socios de Asetrad (la Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes). No obstante, sigue siendo importante poner estas cosas por escrito.
Así, el traductor se compromete a proteger tus datos personales y a salvaguardar tu información confidencial (que puede incluir secretos comerciales, información empresarial o industrial, datos personales, correos electrónicos intercambiados, etc.).
Ten en cuenta que si tu traductor va a subcontratar algún trabajo, deberás asegurarte de que ha firmado un acuerdo de confidencialidad con su subcontratista.
Materiales de referencia
Una cosa realmente útil que pueden hacer los compradores de traducciones es proporcionar a sus traductores materiales de referencia.
Estos pueden incluir:
- Guía de estilo
- Glosario de términos preferidos, ya sea monolingüe o (idealmente) bilingüe
- Lista de términos prohibidos
- Traducciones anteriores
- Material de referencia externo
Si ya has trabajado antes con traductores, conviene decirlo y facilitar ese material traducido, especificando si esas traducciones te gustaron:
- Si es así, el traductor puede utilizar el mismo tono, estilo y terminología de este material para mantener la coherencia en tus textos, lo que es bueno para tu imagen de marca o institucional.
- En caso contrario, ¿puedes explicar lo que no te gustó de esas traducciones? Es información valiosa para tu nuevo traductor, ya que podrá utilizarla para asegurarse de que no se repitan estos problemas.
Si nunca has trabajado con un traductor, no hay nada que temer, ya que en este caso el traductor no tendrá que preocuparse de mantener coherencia con el material traducido anteriormente. Con el tiempo, podréis desarrollar directrices de estilo y terminología conjuntamente.
También puedes proporcionar material de referencia externo. Por ejemplo, si quieres traducir un artículo de investigación y tienes algún autor favorito en ese campo o si citas ciertos artículos en tu trabajo, estas referencias pueden ser muy útiles para tu traductor, ya que podrá imitar el estilo de esos textos o encontrar algún término especializado en ellos.
Periodo de adaptación: ¿somos compatibles?
Una colaboración a largo plazo con un profesional de confianza es algo maravilloso:
✅ Quien contrata las traducciones gana un socio de confianza que entiende sus necesidades.
Basta de perder tiempo y dinero obteniendo resultados decepcionantes de proveedores de traducciones que producen textos traducidos a máquina con cuatro cambios.
✅ El traductor realiza un trabajo que le llena, le motiva y además tiene la satisfacción de aportar valor a los proyectos de sus clientes.
Todos salimos ganando.
No obstante, para garantizar el éxito de la relación hay que invertir en ella.
Si tus traducciones tienen que cumplir requisitos muy específicos o rigurosos, es importante dar retroalimentación detallada a tu traductor, sobre todo al principio.
Como en cualquier nueva colaboración, lleva tiempo acostumbrarse a las peculiaridades de cada parte. Pero a medida que el traductor aprende de tus comentarios, se va allanando el camino.
Dicho esto, siempre hay algo de subjetividad en este proceso y, a veces, por mucho que el traductor se adapte, simplemente no acaba encajando bien con un cliente determinado.
Y no pasa nada. Habrá quien sí lo hará.
El mercado de la traducción es amplio y diverso, por lo que hay hueco para todo el mundo.
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Si necesitas ayuda para traducir textos del español, inglés o estonio al español o inglés, no dudes en contactar conmigo. Me especializo en textos jurídicos, financieros y académicos, pero también tengo una red de colegas a los que puedo recomendar si buscas otra cosa.